Font: La Razon Digital
El reloj de arena ha dado la vuelta. Ha comenzado la cuenta atrás para que la cultura catalana sea la invitada de honor en la Feria de Fráncfort 2007. Será el domingo cuando una cultura rica y plurilingüe como es la India pase el testigo a la nueva protagonista, la cultura catalana, también rica y, en este caso, bilingüe. Ayer, la delegación catalana, encabezada por el consejero de Cultura, Ferran Mascarell, se dio el primer baño de multitudes en el certamen alemán. El motivo: la presentación de las líneas maestras del programa catalán para Fráncfort. La expectación era mucha, principalmente por conocer la decisión política de incluir o no a los autores que escriben en castellano en la delegación oficial de los actos. Sin embargo, la Generalitat parece resistirse a las recomendaciones del director de la Feria, Jürgen Boos, y de los editores catalanes, que defienden claramente la pluralidad de la muestra. Ayer, por lo menos, su polémica posición seguía siendo la misma.
Mascarell repitió hasta en tres ocasiones que «la literatura catalana es la que se escribe en catalán», afirmación que comparte la mayoría pero que no por eso excluye que los escritores que usan el castellano -véanse Juan Marsé o Eduardo Mendoza- no formen parte de la cultura catalana y puedan formar parte de la delegación oficial que participará en los distintos actos programados para Fráncfort 2007. En este sentido, el consejero añadió que «la cultura catalana no se entiende sin su industria editorial, que tiene 500 años de historia». En definitiva, «el año que viene vendrán los que tengan que venir», añadió el consejero, que no cerraba así un debate que gran parte de los editores consideran «político», como apuntó el creador de Anagrama, Jorge Herralde, en declaraciones a LA RAZÓN. Por su parte, el director editorial de la división de Librerías del Grupo Planeta, Carlos Revés, dijo a este periódico que «teniendo en cuenta que han presentado un programa variado y rico que entiende la Feria de Fráncfort como la “gran traca final” a un año de actividades, supongo que acabarán planteando la globalidad». Los editores quieren ser optimistas porque «el debate no beneficia a nadie», añadió Nuria Tey, directora editorial de la división comercial de Random House Mondadori. La comisaria de los actos catalanes de Fráncfort, Anna Soler-Pont, por su parte, añadió a Europa Press que la industria editorial catalana «publica en castellano y catalán», pero todavía no se ha arrancado públicamente a los organizadores el compromiso de tratar por igual a los autores de ambas lenguas.
El programa presentado ayer no especifica el «listado de autores» -la Generalitat estima que serán unos 200 sumando todos los géneros-, aunque los primeros nombres que figuran en el dossier incluye a escritores que optan por el catalán como lengua literaria. Es el caso del valenciano Joan Francesc Mira, que hoy participa en una mesa redonda sobre «Internacionalización de la literatura catalana», u Óscar Pujol, autor de un diccionario sánscrito-catalán, que acompañará a la cervantista mallorquina Carme Riera en el acto de paso del testigo que se celebrará el domingo. En este avance del programa, cuya versión definitiva llegará el 1 de junio del próximo año, en cambio, sí están detalladas el grueso de actividades culturales más allá de las literarias. Desde una fiesta Sónar a una jornada castellera forman parte de la iniciativa en la que uno de los puntales son las exposiciones y un programa artístico con unos 80 espectáculos. Calixto Bieito, con Josep Maria Benet i Jornet, ha adaptado el clásico «Tirant lo Blanc» para estrenarlo en la sala principal de la Schauspielhaus con música de Carles Santos; Sergi Belbel también ha escrito «Mòbil», que dirigirá Lluís Pasqual y tendrá a Anna Lizaran, Marta Marco y Rosa Novell como protagonistas; y Joan Ollé trabaja en una versión teatral de la novela de Mercè Rodoreda «La plaça del Diamant».. Los organizadores estiman que el próximo año habrá 250 expositores catalanes en la Feria de 2007, a la que se espera que acudan unos 1.800 profesionales. La exposición central será un repaso de «la cultura catalana hoy» y ocupará 2.500 metros cuadrados del espacio Fórum de la Feria para explicar «mil años de lengua y literatura catalanas», y la «industria editorial de Cataluña» desde el siglo XV hasta hoy. El impacto de esta muestra es muy importante, ya que estará situada en un espacio privilegiado y, en definitiva, será el mensaje que reciban muchos de los editores y agentes que entre el 9 y el 14 de octubre participen en la Feria. Los actos más allá de la feria se celebrarán en ciudades de toda Alemania, desde Múnich a Berlín, hasta llegar a un centenar.
Exposiciones en librerías alemanas, participación en la Berlinale, simposios de catalanística y hasta la celebración de un «aplec de folklore català» -exhibición de «castellers», bailes de sardanas y gigantes y cabezudos...- forman parte de la oferta, en la que también participan el Macba y otras entidades que programarán exposiciones en los distintos museos de la ciudad alemana. En cuanto a los profesionales de la edición, se organizarán encuentros tanto en Alemania como en Cataluña para estrechar lazos y profundizar en el conocimiento de ambas literaturas. Además, la cultura catalana se promocionará en las ferias del sector de Leipzig, Colonia, Londres, Mónoca, Bolonia y Berlín. La Generalitat estima que el presupuesto para el desembarco catalán en Fráncfort es de unos diez millones de euros, de los que el Ministerio de Industria aporta seis, según se anunció en la etapa en que José Montilla era el responsable de esta cartera El departamento de Cultura del Gobierno, por el momento, no contempla la entrega de subvenciones para este «ambicioso programa», como lo definió el director de la Feria. Cuando España fue invitada a la Feria de Fráncfort en el año 1991, el presupuesto apenas superó el millón de euros.